Un jurado del condado de Cook, Illinois, emitió recientemente un veredicto de 10.875.622 dólares contra un fabricante de selladores de hormigón, y a favor de un hombre que sufrió quemaduras graves en una explosión doméstica mientras utilizaba el producto para sellar el suelo de su sótano.
Según la denuncia, el 1 de junio de 2010, Andrzej Pl izga estaba aplicando "Crystal Clear VOC", un sellador de hormigón fabricado por The Euclid Chemical Company, en el suelo del sótano de su casa. Sin que el Sr. Plizga lo supiera, los vapores del sellador se desplazaron por el suelo del sótano hasta un cuarto de servicio, donde se encendieron con la luz piloto de un calentador de agua, provocando una gran explosión.
El Sr. Plizga sufrió quemaduras graves en aproximadamente el 67% de su cuerpo, aunque no tenía quemaduras faciales. Estuvo hospitalizado varios meses y se le practicaron injertos de piel en manos, brazos y piernas. A ello siguieron semanas de terapia hospitalaria.
En el momento del incidente, el Sr. Plizga trabajaba como albañil sindicalizado. Debido a las extensas lesiones en sus manos, los demandantes alegaron que no puede volver a trabajar.
El Sr. Plizga y su esposa presentaron una demanda de "responsabilidad objetiva por el producto" contra The Euclid Chemical Company. En concreto, los demandantes alegaron que el sellador estaba formulado de forma demasiado inflamable para su uso doméstico en interiores, y que además estaba etiquetado de forma inadecuada, infringiendo la Ley Federal de Sustancias Peligrosas y la ley equivalente de Illinois. La defensa alegó que el Sr. Plizga utilizó indebidamente el producto y asumió el riesgo de lesiones al no apagar las fuentes de ignición ni leer la Hoja de Datos de Seguridad, como se indicaba en las etiquetas de advertencia.
El juicio duró tres semanas y el 21 de abril de 2015 el jurado emitió un veredicto de algo menos de 11 millones de dólares a favor de los demandantes y en contra de The Euclid Chemical Company. Las facturas médicas y los salarios perdidos del Sr. Plizga ascendieron a un total de 2,7 millones de dólares, con el resto del veredicto por dolor y sufrimiento, pérdida de la vida normal, pérdida de la sociedad y desfiguración. Presidió el juicio la Honorable Jueza Lorna E. Propes, del Tribunal de Circuito del Condado de Cook.
Matthew Passen declaró estar "satisfecho de que sus clientes vayan a ser indemnizados íntegramente y espera que este veredicto haga que los fabricantes de productos químicos y otros tengan más cuidado al diseñar y etiquetar sus productos para proteger al público contra daños innecesarios."